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Científicos mexicanos formaron parte de proyectos de la CIA para manipular mentes

La desclasificación de archivos en el año 1977 sobre actividades desarrolladas por la CIA en la década de los ´50 y ´60, expuso el interés de la Agencia por desarrollar métodos para la manipulación de mentes a través del consumo de drogas, alcohol, prácticas de hipnosis y torturas.

La desclasificación de archivos en el año 1977 sobre actividades desarrolladas por la CIA en la década de los ´50 y ´60, expuso el interés de la Agencia por desarrollar métodos para la manipulación de mentes a través del consumo de drogas, alcohol, prácticas de hipnosis y torturas. A través de la FOIA y de comisiones del Congreso de EU encargadas de investigar los abusos de los organismos de inteligencia, se pudo acceder a más 20.000 documentos que evidencias estas prácticas y que involucraba a más de 80 instituciones entre universidades, hospitales, prisiones, etc.

Proyectos como “Pájaro azul”, “MKULTRA” y “Alcachofa” fueron los nombres en clave de los programas en que la CIA experimentaba con personas, muchas veces sin su conocimiento y consentimiento, aprovechándose de la vulnerabilidad de vagabundos, personas en estado de ebriedad hasta inclusive pacientes del sistema público de salud norteamericano. Entre las principales drogas utilizadas se encuentran el LSD, anfetaminas y ciertos tipos de sedantes en dosis que llevaban al sujeto a estados de inconciencia, provocando pensamientos ilógicos, confusión mental, impulsividad, entre muchos otros efectos para inducir comportamientos o respuestas en interrogatorios.

Sin embargo, parte de las investigaciones se abocaban a descubrir e investigar otros psicoactivos que puedan ser funcionales para la manipulación mental de una persona. En el marco del proyecto “Alcachofa”, agentes de la CIA pretendían descubrir los componentes y efectos de plantas nativas de México como lo son el peyote, hongos y el piule, que crecen principalmente en la región de las sierras de Oaxaca. Para ello, científicos mexicanos colaboraron con el proyecto “Alcachofa”, tal como se señala en los documentos presentados. El memorándum del 25 de noviembre de 1952 señala que la experiencia de los científicos mexicanos podría ayudarlos interiorizarse sobre las propiedades de las plantas a investigar y, si bien los nombres de los científicos se encuentran tachados, se menciona la necesidad de contar con numerosos investigadores que puedan asistir en este proyecto. Por otro lado, el documento señala aspectos del viaje como es el tiempo del viaje como también las áreas a visitar (datos que se encuentran tachados) y el presupuesto del viaje.

Fuente: Centro académico de la memoria de nuestra América.

La experiencia de este primer contacto, llevó a que años más tarde y en el marco del proyecto MKULTRA, se decidiera continuar con la investigación sobre las plantas psicoactivas de México. En el marco del subproyecto 58, un grupo de investigadores, esta vez norteamericanos, viajaron con la misión de recopilar más información sobre el piule y los hongos, dirigidos esta vez por personal contratado por la CIA. La misión encabezada por el químico James Moore y Robert Gordon Wasson, vicepresidente de J.P. Morgan estuvo en Huautla Jiménez, Oaxaca entre julio y agosto de 1956, donde conocieron a María Sabina y participaron de ceremonias que les permitieron conocer la experiencia psicoactiva en primera persona.

Las muestras de hongos recolectadas fueron llevada al laboratorio, donde se logró separar los componentes químicos psicoactivos (la psilocibina y la psilocina). Sin embargo, la obtención de un nuevo agente químico que abonara al proyecto MKULTRA no tuvo el efecto deseado, ya que se consideraba que, lejos de dar pautas estables de comportamiento, su consumo tenía efectos imprevisibles en las personas.

Aquí los documentos:

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